A quien corresponda



Tengo tantas cosas que contarte.

Contarte por ejemplo, cómo mis manos extrañan tu cintura que ahora solo tienen que conformarse con abrazar el aire helado de la distancia.

Contarte también que mis ojos se quedan estáticos mirando nada, sólo imaginando tu fugacidad de estrella radiante. Cuando lo hago se sonríe mi boca sin haberle ordenado y se empañan mis labios sin haberles dado motivo.

Tantas cosas que contarte cuando viajo de aquí para allá atravesando el páramo encantado sin tus encantos, solo vagando en mi imaginación y desespero.

También tengo que contarte que este amor que te tengo sigue siendo igual de intenso y apasionado que no te pienso una vez, sino el tiempo entero.
Cuando leo o camino mirando tantas cosas bonitas, pienso: tú eres más bonita, así sin adornos porque te decora tu inteligencia, vocación, y ese hermoso cabello oscuro largo que solía enredarse en mis venas, en mi lengua, en mi cenicero.

Tantas cosas que contarte como la envidia que siento de quienes ahora tienen tu atención. Y no te culpo, pues tienes derecho, pero te confieso que sé lo que estás pensando, ¿te lo digo? ... aún me piensas también, y me amas, y me extrañas, y me llamas con tu mente inteligente.

Asimismo tengo que contarte que tengo miedo de estar equivocado en este último conjunto de oraciones confesas. Tengo miedo de que quienes ahora tienen tu atención ya hayan ganado esta batalla desigual, y con justa razón ya no me ames, ni me extrañes, ni me llames con tu mente inteligente.

Siempre tuyo, yo.
  

Comentarios

Publicar un comentario

Si tienes alguna sugerencia o comentario escríbenos.

Entradas más populares de este blog

Puyo, el Volquetero y otros cuentos.

Al rescate de la Pelota Nacional

Hasta viejitos. Relato.